Seis meses están por cumplirse desde que Osvaldo Jaldo se sentó en el Sillón de Lucas Córdoba. No fue un camino de rosas. Ser peronista en tiempos de La Libertad Avanza no es poca cosa. Los justicialistas están pagando todavía la deuda que tienen con una sociedad cansada de las promesas y de la acumulación de problemas. Por eso, la mayoría de los argentinos aguanta y, así, se prolonga la luna de miel con el presidente Javier Milei, ese que no tiene pelos en la lengua para seguir llamando casta a los políticos, por más que también exteriorice los mismos vicios. Ese mismo que le dice a los empresarios más encumbrados de la Argentina que “van a tener que poner las pelotas e invertir” para cambiarle el humor a la economía. Ese que tilda de héroe al que fuga dólares y el que se pelea con las prepagas pese a que firmó un documento que les permitió a esas empresas actualizar el valor de las cuotas de las prestaciones de la medicina privada. Las obras sociales no atienden como antes. No hay una que no haya sentido el peso de la crisis.
Los discursos extremos no son desconocidos por los argentinos. En su momento, Néstor Kirchner se consolidó sobre la base de una transversalidad que, como praxis política, alimentaba un clima de opinión antimercado. Hoy Javier Milei lo hace a su manera, golpeando a la casta política y al propio Estado por su magnitud presupuestaria. El ajuste cosecha resultados en la macroeconomía. Se consolidan las reservas, el dólar está casi planchado, la inflación sigue en descenso y la actividad muestra una tibia recuperación. Pero nada de eso todavía se siente en la microeconomía, en el bolsillo de una sociedad vapuleada por el incremento sostenido de los precios de los alimentos y por las actualizaciones de las tarifas de los servicios públicos privatizados que se llevan no menos de un cuarto del ingreso familiar. Tal vez sea lo justo, pero, a diferencia de otros países en los que la energía, el gas o el agua son tan onerosos como ahora en la Argentina, el poder adquisitivo acompañó para no quedar tan rezagado y no cosechar más pobres a la vuelta de la esquina. Lo advirtió la Asamblea Plenaria del Episcopado en la carta enviada al Papa Francisco cuando redactó que millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación. Y también cuando resaltó que muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza. La mínima equivale a menos de un tercio de la canasta básica total para no caer en situación de pobreza.
“Estamos viviendo tiempos muy complicados. Cada uno de nosotros está haciendo un esfuerzo gigante. Hagámoslo todos muchachos, por favor, no se aumenten los sueldos. ¡Hagámoslo todos!”, reforzó El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva en la Fiesta de San Expedito, tras conocerse de que los senadores incrementaron su dieta en un 165% más un aguinaldo. La Cámara Alta no sólo no tuvo en cuenta el contexto de crisis, sino que tampoco cuidó las formas. Por eso Milei consideró que la actitud de los senadores, de votar a mano alzada sobre tablas y al final de la sesión, es una victoria para él. “La casta lo hizo otra vez”, dicen en su entorno.
Milei construye poder. Le tomó dos años llegar a la Presidencia con La Libertad Avanza, pero lo costará transformarse en una opción electoral, con identidad propia en provincias y en municipios. Por eso apela a los aliados, más allá de que no hable con ellos. La estrategia es la misma que utilizó en Córdoba cuando a su entonces candidato a gobernador, Luis Juez, le dijo: “a vos te sirve pegarte a mi más de lo que yo puedo capitalizar si me pego a vos”. Demasiada autoconfianza que puede acrecentarse si hasta octubre su administración de Gobierno cosecha los frutos de una economía encarrilada. ¿Quién le hará frente si la inflación se controla definitivamente y el poder adquisitivo de la sociedad se recupera? Así, se avecinan unas elecciones de medio turno bastante complicadas para los oficialismos provinciales que pueden salir segundo o tercero si el peronismo no lograr recuperarse del golpe electoral de 2023 o si las fuerzas locales no se consolidan.
En medio de esta ola libertaria, Jaldo también construye poder. Viajó a Buenos Aires. Habló con el ministro del Interior, Guillermo Francos que, en los próximos días vendrá a esta ciudad para participar del Foro del NOA organizado por la Fundación Federalismo y Libertad. Habrá tiempo para una foto política. Francos tiene una buena relación con el tranqueño por aquello de haberse convertido en el interlocutor directo con los gobernadores. El viaje al epicentro del poder significó al mandatario tucumano la consolidación de la alianza institucional con la Casa Rosada en la previa de la firma del Pacto de Mayo.
Jaldo fue con una batería de planteos que, algunos más otros menos, obtuvieron respuestas afirmativas en la Nación. Por un lado, coló la discusión de un cambio en la Ley de Biocombustibles, de tal manera de garantizar una zafra tranquila para la actividad azucarera. Por otro, gestionó la provisión de gas para la industria en el momento del pico de consumo. Al faltante del fluido se le incorpora el precio. El gobernador solicitó que el Gobierno federal contribuya para que el valor del gas industrial no se dispare, hasta tanto pase la recesión y la actividad económica vuelva a sus cauces naturales. Otra de las tratativas del mandatario ante funcionarios nacionales se vinculó con el financiamiento para el cierre del anillo energético entre El Bracho y la estación transformadora de Villa Quinteros, de tal modo que el próximo verano no haya cortes en el suministro de electricidad. A eso en la Casa de Gobierno se le llama la capitalización de la alianza.
Las negociaciones por la Ley Bases que Milei quiere tener sancionada hasta el 1 de mayo. Cuentan en Buenos Aires que Jaldo pasó por el Congreso y que mantuvo una audiencia privada con el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Martín Menem. En ese encuentro, el jefe del Poder Ejecutivo le garantizó al riojano que él le aportará los tres votos del bloque Independencia, integrado por Agustín Fernández, Elia Fernández de Mansilla y Gladys Medina.
Jaldo se mantendrá en su postura dialoguista con Milei. La encuesta que encargó al consultor Mario Nahuz ha corroborado que la sociedad saluda esa postura. Siete de cada 10 ciudadanos sondeados consideran que debe seguir en esa misma línea.
Así como Milei no tiene rivales directos a nivel nacional si hoy se convocaran a comicios, Jaldo también tiene autonomía de vuelo electoral en el distrito, a juzgar por las cifras de Nahuz. Casi la mitad de la población sondeada lo apoya, con una docena de puntos por encima de Rossana Chahla. La intendente capitalina tiene una particularidad a la hora de poner en consideración su imagen: no tiene grises en la opinión pública. El tercero en el ranking de imagen de Nahuz es el vicegobernador Miguel Acevedo que, silenciosamente, también está construyendo espacio de poder hacia el futuro. Entre los opositores, el más cercano es el diputado radical Mariano Campero, según el trabajo que Nahuz le preparó este mes al mandatario provincial. En ese diagnóstico es llamativa la caída de imagen del titular de la UCR y diputado nacional, Roberto Sánchez, del titular de Fuerza Republicana y legislador, Ricardo Bussi, y del presidente del Partido de la Justicia Social y ex intendente capitalino Germán Alfaro. Jaldo llega a la conclusión de que, mientras siga dando respuestas desde la gestión a la sociedad, mayor será la diferencia que sacará contra sus potenciales adversarios electorales. La Nación hace la misma lectura. Por eso hay quienes lo consideran, con cierta ironía, pero también como gesto de acercamiento, que “Jaldo se está convirtiendo en uno de los líderes de la derecha nacional y libertaria”. Con ese mote irá a Córdoba, en caso de llegar a un acuerdo para firmar el Pacto de Mayo. Sin embargo, desde el corazón del poder indican que esos mismos gobernadores “están cocinando algo con el pacto que puede marcar un antes y un después en la relación con Milei”. El tiempo se encargará de dar respuestas.
Mientras tanto, Jaldo debe lidiar con las cuestiones comarcanas. Ayer hubo un cortocircuito entre la Provincia y la Municipalidad capitalina a raíz del incidente con un automovilista que disparó contra un agente de tránsito. Chahla mandó un mensaje a Jaldo y también habló con el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, para pedirle explicaciones acerca de las razones por las cuales la Policía ya no acompaña al municipio en los operativos de control vehicular. En esos mismos ámbitos se reconoce que la situación cambió desde el momento en que varios efectivos no pasaron un control de alcoholemia ante la inflexibilidad de los inspectores de tránsito. El combate contra la inseguridad es la principal demanda de la sociedad. La construcción de la seguridad debe ser colectiva. Eso también se refleja en las encuestas.